Se convirtieron en un gran atractivo natural.
Río Motoco, Arroyo Turquesa y Río Azul son tres espejos de agua cristalina que están escondidos en Argentina y cautivan a los turistas al pasar.
Río Motoco
El Río Motoco es un espejo de agua turquesa que está en la localidad El Bolsón, dentro de la provincia de Río Negro.
Para llegar a este lugar, se cruzan pasarelas y puentes colgantes. Aunque el agua es extremadamente fría, está permitido bañarse. Caso contrario, se puede optar por el trekking que dura de seis a ocho horas saliendo desde la Pasarela del Río Azul.
Arroyo Turquesa
El Arroyo Turquesa está ubicado a 3800 metros sobre el nivel del mar en la provincia de San Juan. Para llegar, hay que realizar una caminata de cuatro horas que comienza en Laguna Blanca.
Este arroyo nace en la base del cerro Mercedario. Su color se debe a que el agua contiene minerales como el cobre que, al oxidarse, toman esa tonalidad. Dependiendo del día, la intensidad del turquesa puede variar. Las piedras que están en el lugar, también se tiñen naturalmente y toman el color del arroyo.
Río Azul
Río Azul es un espejo de agua turquesa que está ubicado en la localidad de El Bolsón. Tiene sus nacientes en la Cordillera de los Andes en la Provincia de Río Negro y desemboca en el margen norte del lago Puelo, en Chubut.
Una parada obligatoria son los pozones denominados «el paraíso». En este punto del río el agua cristalina permanece en calma, permitiendo que los turistas puedan bañarse y cruzar puentes colgantes.