La nueva serie infantil Heidi, bienvenida a casa, producción realizada íntegramente en la Argentina y que logra reinsertar la ficción local en el mercado internacional, llevará hoy a la pantalla de Nickelodeon (señal 204 de Supercanal Digital) una versión renovada del clásico de la escritora suiza Johanna Spyri, con las actuaciones de Chiara Francia, Victorio D’Alessandro y Mercedes Lambre, entre otros.
Esta nueva serie escrita por Marcela Citterio, autora de las exitosas Patito feo y Dulce amor, y que mixtura humor, romance y música, se estrenará a las 20 por la pantalla de Nickelodeon.
Además de transmitirse en todos los países de Latinoamérica, la nueva puesta nacional Heidi, bienvenida a casa que se propone «aggiornada –expresó Citteiro– pero con el espíritu del amor de la niña por su abuelo y de su amor por la montaña, intacto», marca el regreso de las ficciones locales al mercado internacional, porque tendrá su correlato en Italia, España y Francia, países hasta el momento confirmados.
Por primera vez en más de dos décadas de trayectoria y 25 títulos en su haber, la escritora apuesta a una adaptación y elige asumir el desafío de Heidi, la historia de una chica llena de alegría que vive en la montaña con su abuelo, su mejor amigo y sus animales, hasta que su tía Dete la lleva a vivir a la ciudad.
«Me generó todo tipo de desafíos y la pregunta sobre cómo iba a encararlo sin traicionarme. Es una historia que recuerdo con mucho cariño, así tenía que gustarme. La autoexigencia y el hecho de saber que para que esto pueda seguir existiendo te tiene que ir bien», contó la autora.
Esta tira, además de resultar un reto para su guionista, es el primer protagónico de Chiara Francia, la joven de 13 años que irrumpió a los 4 en la pantalla chica con una participación en la ficción Patito feo y luego apareció en otras tiras como Atracción x 4 o Consentidos, también de la autoría de Citterio.
Sobre su primer protagónico como Heidi, Francia expresó que las dos son «muy optimistas y le vemos a todo lo malo algo bueno. Queremos que todos seamos felices».
En su nuevo hogar, lejos de su abuelo, sus amigos y la montaña, Heidi conocerá amigos y aprenderá cosas de la ciudad al tiempo que tendrá la misión de devolverle la sonrisa a Clara Sesemann (Victoria Ramos), la joven que le prometió a su padre (Mario Guerci) que no se iría de su casa hasta que no regresara su madre.
«La novela ofrece algo nuevo que no es lo típico. Trata sobre la adaptación de una chica que no sale de su casa hace ocho años y como todo el mundo aprende a vivir a su lado y a ayudarla en sus mejores y peores momentos. El trabajo en equipo es algo muy importante en Heidi», expresa la joven y alegre intérprete.
El elenco de la serie, que ya anunció la segunda y la tercera entrega y que su primera temporada tendrá 60 capítulos, se completa con los nuevos talentos Florencia Benitez, Minerva Caseros, Sol Estevanez, Melisa Garat, Pancho, Johanna Francella, Nicolás Riedel y actores de trayectoria como Pepe Monje y Adriana Salonia.
Aquí, la palabra de la autora de Heidi, bienvenida a casa, Marcela Citterio.
–¿Por qué decidió adaptar un clásico como «Heidi»?
–La historia me remite a mi infancia y me resulta atractiva, era algo que tenía pendiente hace mucho tiempo. Además, sacando un poco de contexto, la inmigración es un tema que volvió a salir a la luz en muchos lugares del mundo. Creo que hay algo que uno pescó en el aire y que está bueno volver a las fuentes con un clásico. Uno dice «Heidi» y no hay mucho que contar, pero sí hay que ver qué se hizo de nuevo con la historia y con el personaje.
–Considerando que «Heidi…» marca el regreso de la ficción nacional a la exportación, ¿cuál es la visión que tiene sobre la posición que tiene Argentina en el mercado global?
–Mi sueño es que podamos volver a exportar ficciones y formatos que no se están exportando hace mucho tiempo. La competencia te da el desafío de poder hacer un producto internacional y que guste mucho afuera, entonces puede ir para cualquier lugar del mundo. La situación acá es distinta, me parece que ya no se puede trabajar pensando sólo en Argentina, hay que trabajar pensando en el mundo, porque está todo globalizado con los chicos a través de las pantallas. Antes nosotros consumíamos telenovelas mexicanas y venezolanas, como Cristal o Topacio, y no vendíamos por el vos, pero creo que Patito feo abrió muchas puertas en ese sentido.
–Invirtiendo escenarios, ¿cree que la competencia va en detrimento de la industria nacional?
–Lo que pasa es que acá se está produciendo poco. No es fácil producir en este país y no son fáciles los sindicatos, te la hacen complicada de todos lados. Por eso, hacer una producción nacional es tan importante. Somos más de 100 personas esperando que esto funcione para poder resurgir. La industria no está dormida, lo que pasa es que no hay plata para producir y por ahí, tampoco una mentalidad de producir para el mundo: se siguen haciendo novelas localistas.
–En esta situación de competencia, ¿alcanza con el rating o se debe recurrir a otros recursos?
–Del rating seguimos viviendo, aunque en el cable no es tan fuerte como un canal de aire. Ahora importan las redes o la música o los shows. Las redes tienen un protagonismo importante y alimentan a la televisión. Antes no te esperabas estas cosas o, por ejemplo, en el caso de Patito feo iban sucediéndose paralelamente, pero ahora hay una planificación, como pasó en Chica vampiro o Yo soy Frankie. Termina el programa y los chicos quieren ver qué pasa en internet, hay que apoyar la ficción y buscar el gancho para que se enamoren de la historia.
–¿Encuentra diferencias entre escribir historias para chicos y para una audiencia mayor?
–No hay diferencias. Lo que pasa con los chicos es que tenés emociones mucho más fuertes. Es increíble lo que pasa cuando vas a un show y en Italia o Francia 10.000 chicos te cantan en español las canciones, no hay nada que se compare. Ese contacto con el público solo te lo da el trabajo infanto-juvenil.