Una salsa con el toque del ajo, un punto picante, un montón de hierbas aromáticas y especias y aceite, cuya versión casera se convertirá en la reina de parrilladas y barbacoas.
Que la globalización nos ha traído platos foráneos fantásticos es un hecho. Hace ya algún año que otro que la salsa chimichurri hace aparición estelar acompañando muchos platos fuera del cono sur, de donde es originaria, porque es sencilla de hacer y deliciosa.
Conocemos la salsa chimichurri principalmente como argentina, pero también es muy popular en Uruguay y Paraguay para sazonar, entre otros condumios, los magníficos asados que consumen por esas tierras. La salsa se asemeja a una vinagreta con profusión de hierbas, que según la fórmula tienen más de secas que de frescas o viceversa, y con un suave toque picantito por el ají y la pimienta. Los amigos argentinos que vivan en España nos podrán ilustrar sobre cuál es la mejor sustitución para este ají típicamente argentino; yo uso guindilla seca, que igual no es lo mismo, pero es mucho más fácil de encontrar por estos pagos.
Los ingredientes de la chimichurri deben ir picados a cuchillo, por lo menos las hierbas, no triturados, para conseguir la consistencia característica de esta salsa que sirve no solo para regar los asados sino también para marinar pescados y carnes, y para sazonar choripanes. Os dejo la receta de una amiga mía, argentina de pura cepa. Vuestras barbacoas van a subir de nivel, os lo digo yo.
Ingredientes de chimichurri
Para una buena barbacoa
- 100 g de perejil
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharada de orégano fresco
- ½ cucharada de tomillo fresco
- 1 cucharada de guindilla en copos
- ½ cucharada de laurel seco desmenuzado
- 1 cucharada de vinagre blanco
- 100 ml de aceite de oliva o girasol
- ¾ de cucharada de sal
- Pimienta molida al gusto
Preparación
- Pelar los ajos y majarlos en un mortero hasta obtener una pasta.
- Poner el perejil fresco en una tabla, eliminar los tallos hasta donde empiezan las hojas y picar a cuchillo hasta que esté bastante menudo. Deshojar el orégano y el tomillo, y poner las hojas en un tarro junto con el perejil picado y el ajo majado.
- Quitar el pedúnculo a la guindilla y desmenuzarla con los dedos hasta dejarla en forma de copos; agregar al tarro junto con el laurel desmenuzado de la misma manera.
- Verter en el tarro el vinagre y el aceite, y agregar la sal y la pimienta. Cerrar el tarro y agitar.
- Aconsejan los sabios dejar reposar la salsa chimichurri en la nevera un par de días para que los sabores de asienten. Y a disfrutar.