Cautivante, heterogénea y seductora, Argentina es uno de los países más elegidos por turistas que buscan empaparse de nuevas experiencias culturales en un entorno heterogéneo. Ya sea con fines recreativos, educativos o comerciales, el turismo en Argentina recibe a millones de extranjeros anualmente que se acercan para descubrir de cerca la variedad de paisajes.
De norte a sur y en todas las latitudes, Argentina muestra una heterogeneidad que enamora: cataratas, montañas, sierras, playas y glaciares. A continuación, estos son los rincones de Argentina destacados por portales extranjeros.
Buenos Aires: con el corazón en La Boca
Se trata de uno de los barrios más icónicos y representativos de lo que Buenos Aires alguna vez fue, y ya no es. Entre conventillos, casas de madera multicolores, peatonales y bailarines de tango. Sentarse a tomar una copa de vino en La Boca es un viaje hacia el pasado y sin escalas hacia el corazón de las tradiciones y la cultura de Argentina. El Museo de Caminito con el estadio Alberto J Armando como postal cercana, completan el itinerario obligado durante la estadía en Buenos Aires.
Toparse con turistas extranjeros es habitual en la ciudad. Y no todos lo hacen con fines recreativos, teniendo en cuenta que muchos se acercan a Buenos Aires para rubricar acuerdos comerciales internacionales o aprovechar la amplia oferta educativa liderada por aquellos que buscan aprender el idioma en una escuela de español para extranjeros como por ejemplo en Expanish.
Cuando cae la noche, las luces se encienden en Puerto Madero con restaurantes de primerísimo nivel que reúnen lo mejor de la gastronomía local y maridajes de Malbec premium. No menos llamativos resulta el Cementerio de La Recoleta donde se encuentran los restos de muchos personajes icónicos como Eva Perón y los barrios de Palermo o Belgrano, desbordantes de juventud y salidas al aire libre.
Misiones y sus imponentes Cataratas del Iguazú
El norte argentino tiene motivos de sobra para enorgullecerse. Las Cataratas del Iguazú lideran los destinos favoritos por parte de los especialistas en turismo extranjero que la recomiendan como un punto imperdible.
Declaradas como Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, estos enormes saltos de agua que superan los 80 metros son un espectáculo fascinante dentro de un entorno cálido y selvático del Parque Nacional Iguazú. Lo más emocionante ocurre durante el acercamiento a la Garganta del Diablo a través de un catamarán, una aventura sólo apta por los valientes.
Asimismo, la cercanía de Misiones con la triple frontera entre Brasil y Paraguay, permite que muchos turistas extranjeros puedan hacer valer la diferencia de cambio para ir de compras y no regresar con las manos vacías. Otra opción, es la de movilizarse rumbo a Jujuy en ómnibus o avión para ver de cerca los atardeceres multicolores del imponente Cerro de los siete colores, en Purmamarca.
Mendoza: la tierra del buen vino
Visitar Argentina sin degustar los mejores varietales en combinación con un asado, es perderse de una buena parte de la cultura local. Excursiones por los mejores viñedos, maridajes rodeados de montañas y asados de campo son los clásicos de Mendoza. Además, el Cañón del Atuel, Potrerillos y el parque termal de Cacheuta ofrecen alternativas emocionantes para pasar días únicos al aire libre.
Mendoza también es perfecta para los amantes de los deportes de aventura: rafting en rápidos aptos para principiantes, trekking sobre montañas y acampes bajo las estrellas sobre los cerros.
Bariloche y sus siete lagos
San Carlos de Bariloche es la escapada perfecta para los amantes del turismo aventura. Gélida en invierno, pero templada en verano permite nadar en los diferentes lagos naturales.
Por su ubicación única, se encuentra en el epicentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y en la confluencia de la ruta de los siete lagos. Bariloche también cuenta con actividades para los amantes de la nieve, el sky o el snowboard gracias al Cerro Catedral y sus más de 100 kilómetros de superficie de nieve y pistas preparadas con postales del Lago Nahuel Huapi.
Bariloche es perfecta para los deportes de aventura: excursiones extensas por glaciares, bosques, cascadas, sitios de antiguos volcanes, cuevas, lagos y refugios de montaña que reciben con los brazos abiertos a los valientes que llegan en busca de descanso y comidas nutritivas.
Ushuaia: la puerta de acceso al fin del mundo
Ubicada en el punto más austral de Argentina, Ushuaia es reconocida en el mundo por ser la puerta de acceso hacia el fin del mundo. Dicha metáfora radica en la presencia de terrenos poco habitados donde se combinan los Andes, el canal Beagle, llanuras y mesetas que no parecen tener fin.
El entorno de bosques da paso a los glaciares en un abrir y cerrar de ojos creando un fenómeno visual único en el mundo. La aparición y visita al Faro San Juan completan el paseo por las inmediaciones del “fin del mundo”.
Por otra parte -y no menos destacado-, el Parque Nacional Tierra del Fuego ofrece hectáreas de naturaleza, flora y fauna a disposición de los turistas que podrán ver todas las especies que sobreviven a climas hostiles. Además, los senderos permiten recorrerlo de punta a punta con diferentes niveles de dificultad. Cascadas, bosques, montañas, atardeceres memorables y lagos donde desembocan los deshielos de glaciares como el Fagnano que no dejan de perder su encanto.
Mar del Plata: una mega ciudad con playas icónicas
A poco más de 400 kilómetros de Buenos Aires, Mar del Plata es sinónimo de playas, sol, arena y verano. Al ser uno de los sitios clásicos de Argentina, los turistas encuentran en este rincón la diversión propia de una ciudad moderna. Casinos, peatonales, extensos kilómetros de playas, restaurantes con vista al mar y los mejores resorts ideales para estadías a puro lujo.
Más allá de la postal característica de la arena combinada con el mar, existen acantilados y dunas que vale la pena descubrir. Lo mismo sucede con el acuario y la actividad cultural en torno al Museo Juan Manual Fangio y las diferentes obras teatrales que se instalan para entretener a la ciudad.