El Día Internacional de la Mujer que se conmemora fue oficialmente declarado por la Organización de la Naciones Unidas ( ONU) en 1975. Dos años más tarde se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. Y si bien los orígenes de la utilización de esta fecha fueron tomados por hechos acaecidos en los Estados Unidos, allí oficialmente se celebra tan sólo desde 1994. Claro que lo que cuenta es saber: ¿por qué se eligió ese día? La explicación más verosímil se remonta a mediados del siglo XIX, mientras se avanzaba a pasos agigantados en la denominada Revolución Industrial. Así, el 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema “Pan y rosas” para protestar por las paupérrimas condiciones laborales, reivindicar un recorte del horario y poner fin al trabajo infantil.
Fue aquella una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos, y distintos movimientos, sucesos y movilizaciones, como la llamada huelga de las camiseras de 1909, que en grandes ciudades como Chicago y Nueva York convocaron a miles de mujeres el 28 de febrero de ese año, se sucedieron a partir de entonces. El episodio también sirvió como referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo. Fue en un acto que bautizaron con el nombre de “Día de la Mujer” que organizaron destacadas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt, verdaderas pioneras en aquello de reclamar por igualdad de derechos y hacer valer a las mujeres.
Ya en Copenhague, Dinamarca, durante 1910 se realizó la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, con la asistencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países. Fue allí donde se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Detrás de esta iniciativa estaban defensoras de los derechos de las mujeres como Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo. No fijaron una fecha concreta, pero sí el mes, y la elección recayó en marzo.
Aquel hecho fatal
A pesar de todos los movimientos que se venían generando desde el siglo XIX, el episodio más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, de Nueva York, y que terminó con un saldo fatal de 146 personas fallecidas, de las cuales 123 eran mujeres, en su enorme mayoría jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años. En aquella verdadera tragedia, según el informe de los bomberos neoyorquinos, una colilla de cigarrillo mal apagada y que fuera arrojada a un cesto con restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio.
Las trabajadoras y sus compañeros no pudieron escapar debido a que los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de escaleras y de las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos. Una práctica empresaria sádica, horrorosa y que desnaturalizaba cualquier tipo de comprensión ante una tragedia en ciernes. Aquel desastre que involucró a la industria textil yanqui, por lejos el más rotundo en ese contexto, supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en Estados Unidos.
Derecho a votar
Como consecuencia de esa cumbre de Copenhague, el mes de marzo de 1911 se celebró por primera vez el Día de la Mujer en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Se organizaron mítines en los que las mujeres reclamaron el derecho a votar, a ocupar cargos públicos, a trabajar, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Esa lucha, en la Argentina, a partir de los esfuerzos de las mujeres socialistas, que encabezaba Alicia Moreau de Justo, recién iba a tener eco décadas después.
La celebración se fue ampliando progresivamente a más países. Rusia adoptó el Día de la Mujer tras la revolución comunista de 1917. Le siguieron muchos países. En China se conmemora desde 1922, mientras que en España se celebró por primera vez en 1936.
Con la llegada del peronismo al poder en la Argentina y la figura de Eva Duarte de Perón, esposa del líder Juan Domingo Perón, los derechos de las mujeres mejoraron notoriamente, y fue Evita quien le dio el envión definitivo al voto femenino, que ya había impulsado Alicia Moreau de Justo. Sin embargo, si bien la ley se promulgó en 1947, las argentinas recién pudieron acudir masivamente a sufragar en 1951.
Desde la década de los 60, el avance del feminismo comenzó a hacerse cada vez más notorio, si bien las diferencias continuaron -y aún prosiguen- porque la igualdad de género no es solamente parecer, sino ser, sentirlo, vivirlo.
Por qué el morado
El color morado es el color representativo del Día de la Mujer, y el que adoptan las mujeres o los edificios como signo de la reivindicación por la cual continúan en sus luchas por la igualdad de género. Fue ese color el que en 1908 utilizaban las sufragistas inglesas. En los 60 y los 70 las mujeres socialistas escogieron este color como símbolo de la lucha feminista y posteriormente se lo asoció a la jornada que se celebra cada 8 de marzo.