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Les Luthiers a 49 años de su formación

Les Luthiers, grupo argentino de humor muy popularLes Luthiers (pronunciado /lely’tje/) es el nombre artístico de un grupo de música de humor compuesto originalmente por siete, en la actualidad por cinco, miembros de nacionalidad argentina, que comenzaron en la segunda mitad de la década de 1960 en la ciudad de Buenos Aires. Se caracterizan por ser músicos profesionales y por expresar un humor fresco, elegante y sutil. Tienen a gala el hacer reír con la música pero no de la música, con instrumentos informales creados por ellos mismos a base de materiales de la vida cotidiana; de ahí su nombre: Les Luthiers, que significa en francés, creadores de instrumentos musicales.

Los comienzos

Durante los años 60, casi todas las facultades dentro de las universidades argentinas tenían su propio coro musical. Algunos de sus componentes adoptaron la costumbre de reunirse fuera de los ensayos con el fin de divertirse bastante preparando bromas musicales que después ellos mismos representarían en los festivales intercorales que tenían lugar a lo largo del curso, a modo de entreacto en tono de humor.

Gerardo Masana, autor de la Cantata Laxatón y uno de los fundadores del grupo.
En septiembre de 1965 tuvo lugar el VI Festival de Coros Universitarios en la ciudad de San Miguel de Tucumán, situada en el noroeste de la República Argentina. Un grupo de jóvenes universitarios presentó un espectáculo de música de humor que habían estado preparando largamente y donde además del montaje en sí presentaban como primicia un conjunto orquestal de instrumentos completamente novedosos, inventados y construidos por ellos mismos con materiales sencillos. Representaron así la parodia de un concierto. El conjunto estaba compuesto por un solista, un pequeño coro y los mencionados instrumentos musicales no convencionales.

La obra central del espectáculo se llamaba Cantata Modatón. Su autor era Gerardo Masana, un integrante del coro de la Facultad de Ingeniería-UBA que además era el inventor de casi todos los instrumentos no convencionales —que denominaría «instrumentos informales»— junto con el luthier y músico porteño Carlos Iraldi. La música de esta pieza se inspiraba en la Pasión según San Mateo, BWV 244 de Johann Sebastian Bach como forma de parodiar el estilo de las cantatas barrocas, al tiempo que la letra estaba tomada del prospecto de un conocido laxante comercializado en el mercado en esos años. Más tarde el título de la obra mutó a Cantata Laxatón para evitar problemas con el laboratorio que producía el laxante homónimo. La presentación fue un rotundo éxito y tanto los asistentes como la crítica en periódicos y revistas de música hablaron de originalidad, humor y rigor en la exposición.

Poco después de estos sucesos, los jóvenes recibieron con sorpresa la oferta de un contrato para repetir el espectáculo de Tucumán en una famosa sala vanguardista de Buenos Aires. Se presentaron con el nombre artístico I Musicisti, y de nuevo consiguieron un gran éxito. Después fueron llamados por el Instituto Di Tella de Artes, el centro de estudios teatrales, musicales y plásticos de más prestigio en la ciudad, reconocido mundialmente. Se decía de este instituto que era el «templo de las vanguardias artísticas». El espectáculo que representaron aquí se llamó IMYLOH, abreviatura de I Musicisti y las óperas históricas. De nuevo obtuvieron un gran éxito.

Desarrollo artístico

En el año 1967, distintas discusiones internas acerca de la retribución para cada músico desembocaron en el fraccionamiento de I Musicisti. Los principales miembros del grupo; Gerardo Masana, Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich siguieron su carrera aparte bajo el definitivo nombre de Les Luthiers, mientras que I Musicisti tardó poco tiempo en naufragar al quedarse sin instrumentos ni escritores principales. Casi al mismo tiempo, las composiciones musicales de Les Luthiers empezaron a oírse en las bandas sonoras de algunas obras teatrales y en cortometrajes como Angelito el secuestrado de Leal Rey.

El grupo continuó presentando su espectáculo en teatros y cafés-concert. En 1970 el quinteto contrató al rosarino Carlos López Puccio, como violinista, y en 1971 a Ernesto Acher, primero para reemplazar a Marcos Mundstock y luego formar parte del plantel del grupo. De esta época son los siguientes espectáculos:

  • Les Luthiers cuentan la ópera (1967)
  • Blancanieves y los siete pecados capitales (1969)
  • Querida condesa (1969)
  • Opus Pi (1971)

La televisión también les llamó para que aportaran su arte junto a comediantes y artistas de gran prestigio en el ciclo titulado Todos somos mala gente y en el ciclo Los mejores donde actuaron ya en recitales exclusivos. Fue una época de temporadas triunfales en la ciudad de Buenos Aires y en Mar del Plata.

El 23 de noviembre de 1973, el grupo se quedó sin un integrante, el fundador del grupo, Gerardo Masana, que murió de leucemia a los 36 años.

Al cabo de nueve años de representaciones en su país empezaron con las giras internacionales. Desde 1977 organizaron un espectáculo nuevo cada dos o tres años. Las primeras giras tuvieron lugar en Uruguay, Venezuela y más tarde llegaría el turno de España. A finales de los años 70, sus giras llevaron al grupo a la capital de México D. F., que incluyó una presentación en el Palacio de Bellas Artes de esa ciudad.

En 1985 obtuvieron la Mención Especial de los Premios Konex por su enorme aporte a la música popular de Argentina, uno de los máximos galardones que entrega la Fundación Konex.

El año 1986 marcó un antes y un después en la historia del grupo. Uno de los motivos fue la inolvidable actuación que tuvo lugar en el mítico Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires y su arribo a Colombia también en su famoso Teatro Colón. El 2 de diciembre de 1986, por diferencias internas, Ernesto Acher abandonaría el sexteto. Desde entonces los integrantes del grupo pasaron a ser cinco, hasta la actualidad.

En 1994, por problemas cardíacos de Daniel Rabinovich, se incorporó al grupo el humorista argentino Horacio Fontova, hasta la recuperación de Daniel Rabinovich.

Los espectáculos mantienen un formato desde 1970: cada uno se divide en obras cómicas. Como una pequeña introducción, antes de cada pieza, Marcos Mundstock suele leer una presentación en donde se describe la obra, o da reseñas de la vida del autor, y tras esta presentación el conjunto musical aparece en escena e interpreta el tema. Pero tres de sus más recientes espectáculos, Los premios Mastropiero, Lutherapia y la antología Viejos Hazmerreíres, se han salido de este esquema. En ellos, las obras interpretadas giran en torno a una temática particular: una entrega de premios, una sesión de terapia y una emisión de un programa radial, respectivamente.

Se han escrito tres libros relacionados con este grupo. El primero de ellos escrito en 1991 por el periodista colombiano Daniel Samper Pizano, titulado Les Luthiers de la L a la S; el segundo libro, editado en 2004, fue escrito por Sebastián Masana, hijo del fundador del grupo, Gerardo Masana, y se titula Gerardo Masana y la fundación de Les Luthiers; y el último fue escrito por uno de los miembros del grupo, Carlos Núñez Cortés, y se titula Los juegos de Mastropiero, en el que realiza un exhaustivo análisis sobre las distintas formas de humor utilizadas por ellos.

En el año 2007, en celebración de su 40.º aniversario, la legislatura de la ciudad de Buenos Aires los declaró, por unanimidad, Ciudadanos Ilustres. Además, el gobierno de España otorgó a Les Luthiers la encomienda de número de la Orden de Isabel la Católica, la más alta condecoración que concede la nación española a extranjeros, que confiere a los músicos el tratamiento de Ilustrísimos Señores.

El 18 de noviembre de 2007, Les Luthiers celebró su 40.º aniversario con un recital titulado Cuarenta años de trayectoria, de entrada libre y gratuita, en el Parque San Benito, ubicado en la intersección de las avenidas Figueroa Alcorta y La Pampa, en la Capital Federal. Les Luthiers pudo reunir más de 120.000 espectadores.

En el año 2008 Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés, Jorge Maronna y Carlos López Puccio doblaron al español las voces de los personajes de las palomas en la película de Disney, Bolt.

El 7 de septiembre de 2012, el gobierno de España concedió la nacionalidad española a Carlos López Puccio, Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich.

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