En la actualidad, Argentina cuenta con 11 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad, que pertenecen al Patrimonio Mundial declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en la Argentina. En su mayoría se trata de formaciones naturales – siete de ellas los son – y funcionan a la perfecciones como llamadores turísticos en zonas que, en muchos casos, crecieron en función de su existencia.
Parque Nacional Los Glaciares, Santa Cruz (1981).
El Parque Nacional Los Glaciares es un bien natural declarado Patrimonio de la Humanidad en 198 La importancia del patrimonio reside en que es el área relictual más extensa de los procesos glaciológicos del Período Cuaternario en Sudamérica. Este es un sitio de una belleza imponente, uno de los principales atractivos turísticos de la Argentina. Además, es una inapreciable reserva de agua dulce.
Misiones Jesuíticas Guaraníes, Misiones (1984).
Las misiones jesuíticas guaraníes son un sitio cultural, incluido en el Patrimonio Mundial en 1984. Su atractivo reside en el valor testimonial, cultural e histórico, del vínculo entre los pueblos originarios guaraníes y los jesuitas de la Compañía de Jesús en América del Sur.
Parque Nacional Iguazú, Misiones (1984).
El Parque Nacional Iguazú es un bien natural designado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Sus enormes cascadas ofrecen un espectáculo natural que se encuentra entre de los más imponentes del mundo.
Cueva de las Manos, Río Pinturas, Santa Cruz (1999).
La Cueva de las Manos del Río Pinturas es un bien cultural incorporado al listado de los Patrimonios de la Humanidad en 1999. Se caracteriza por albergar un conjunto excepcional de arte rupestre, único en el mundo, por su antigüedad, su grado de conservación y su entorno. La zona del Río Pinturas está ubicada en la región Patagónica, en el noroeste de la Provincia de Santa Cruz, al sur del país. En esta región, en la cuenca del río Deseado, se encuentra el cañadón del Río Pinturas, donde se encuentra la Cueva de las Manos.
Península Valdés, Chubut (1999).
Designada parte del Patrimonio de la Humanidad en 1999, es un lugar de preservación de mamíferos marinos de importancia mundial visitada por turistas de todas las latitudes. Las ballenas francas, elefantes y leones marinos, además de orcas, habitan las costas de esta península.
Parque Ischigualasto, San Juan; y Parque Talampaya, La Rioja (2000).
Los Parques Ischigualasto y Talampaya fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 2000. Estos dos parques naturales contiguos se caracterizan por albergar un registro excepcional y completo de la vida animal y vegetal en un período geológico de más de 200 millones de años.
Parque Nacional Los Alerces, Chubut (2017).
El Parque Nacional Los Alerces forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Argentina. Las características geomorfológicas espectaculares del paisaje fueron moldeadas por las glaciaciones sucesivas en forma de lagos, valles de altura y cumbres rocosas. Su rasgo más emblemático es el bosque de Alerce. El Alerce, conífera endémica de América del Sur, es la segunda especie de árbol más longeva del mundo. Su promedio de vida es de 3600 años.
Manzana y Estancias Jesuíticas, Córdoba (2000).
La Manzana y Estancias Jesuíticas son un ejemplo excepcional de experiencia religiosa, social y económica sin precedentes, que se llevó a cabo entre los siglos XVII y XVIII y duró más de 150 años.
Quebrada de Humahuaca, Jujuy (2003).
La Quebrada de Humahuaca es un imponente valle montañoso estrecho y árido. Ofrece cientos de sitios arqueológicos y arquitectónicos que dan testimonio de su larga y rica historia.
Qhapaq Ñan, Sistema vial andino (2014).
El Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 21 de junio de 2014. Qhapaq Ñan (Gran Camino) es un extraordinario Sistema Andino de Carreteras construido por las comunidades prehispánicas andinas, principalmente en el siglo XV. Los diferentes pueblos originarios trazaron caminos y rutas, que luego los incas incorporaron y articularon en su propio sistema caminero. Constituye una obra física única, de gran trascendencia para la historia de la humanidad y de escala continental para América del Sur.
Obra arquitectónica de Le Corbusier (2016).
Parte de la obra arquitectónica de Le Corbusier fue caracterizada por la UNESCO como una contribución excepcional al Movimiento Moderno. Inscripto como Patrimonio de la Humanidad en 2016. Los 17 sitios integrantes de este bien del patrimonio mundial abarcan siete países y tres continentes. Corresponde a la Argentina la casa del Dr. Curutchet en La Plata.
La mayoría de estos atractivos funcionaron como llamadores turísticos para la zona. Tal vez el caso más emblemático sea el de los parques Ischigualasto, en San Juan, y Parque Talampaya, en La Rioja. Alejados de todo desarrollo urbano considerable -se encuentran a cuatro horas de viaje de la ciudad de San Juan y a dos horas y media de la ciudad de La Rioja- ambos parques cuentan con más de 120 mil visitantes anuales, tanto nacionales como extranjeros. Sus atractivos naturales hacen de ellos una experiencia que llama a turistas de todo el mundo por sí mismos. Lo mismo ocurre con parques nacionales como Los Glaciares -con medio millón de visitas al año- y Los Alerces -90 mil visitas- y otras maravillas naturales que funcionan ensambladas con recorridos y “paquetes” que se organizan en la misma región.
En Alta Gracia, con poco más de 110 mil visitas anuales en 2019, del total de público que asistió al Museo de la Estancia, el 13% está compuesto por contingentes escolares. Del resto, el mayor porcentaje lo ocupan los turistas, dejando más relegado al público local. Sin embargo, pese a que la afluencia es bastante interesante, el Museo de la Estancia y el legado jesuítico sólo forman parte de un atractivo más dentro de un conjunto de oferta cultural encabezada, sin dudas, por el Museo del Che, con más de 250 mil visitas anuales.
Tal vez la instalación del legado jesuítico, su valor histórico y cultural y la importancia que tiene el título dado por la UNESCO, no ha sabido ser bien explotada. Muchos consideran que el plan original quedó a medias.
El legado jesuítico en Córdoba tiene un peso importantísimo que quedó evidenciado con la declaratoria del año 2000, y que le dio visibilidad al conjunto jesuítico de Córdoba. Hoy, 20 años después, pueden verse algunos beneficios para el turismo de la ciudad que podrían haberse dado de igual modo sin que esta declaración hubiese ocurrido. Hay ciertas metas que se plantearon en aquella declaratoria y que siguen siendo temas pendientes, como la puesta en valor de El Obraje y del antiguo Molino. El problema de la interjurisdicción, es el más utilizado a la hora de explicar el por qué ciertas cosas nunca se pusieron en valor. El camino prometido es un arduo trabajo por parte de cada uno de los sectores involucrados para llevar el legado jesuítico a su máximo esplendor en la ciudad.