La torta Rogel tiene fanáticos y enemigos. Rara vez se expresa una opinión intermedia. Al consultar opiniones, hay quienes la aman y otros que la detestan.
Belgrano, Recoleta, Villa Crespo y Chacarita son algunos de los barrios porteños que se disputan la cuna de esta famosa pieza de pastelería argentina.
El historiador Daniel Balmaceda atribuye la creación del pastel a base de dulce de leche a la famosa Petrona Arias en 1800. De allí, habría derivado el famoso Rogel. Pero otros aseguran que la historia comienza en realidad en 1964.
Esta última teoría asegura que la cocinera Charo Balbiani preparaba en un departamento de Recoleta, una torta con varias capas de masa. La idea, inspirada en una vieja receta holandesa buscaba ayudar a la familia. Resultó que ese producto resultó que tuvo tanto éxito entre amigos que empezaron a venderlo en confiterías y negocios de comida de la zona del centro porteño.
Coincidentemente, en el barrio de la Chacarita, una señora llamada Rogelia preparaba una torta similar a la que llamó torta Rogel. En la receta, la mujer empleaba un dulce de leche muy chirle que, por esa condición, se le hacía complicado cortar y comercializar.
Tras su muerte, un conocido de la familia ofreció a los Balbiani comprar las máquinas de repostería de Rogelia. Y así compraron no sólo la maquinaria sino también la marca Rogel.