Historia de una marca: Havanna, el dulce ‘souvenir’ argentino. Un alfajor hecho en Mar del Plata es el recuerdo que todo visitante quiere conservar de ese país.
Aunque los hay más antiguos, en materia de alfajores argentinos famosos, es la marca Havanna, que va por los 71 años, la protagonista. Se remonta a 1948, cuando Benjamín Sisterna (que desde niño preparaba alfajores, se había vuelto pastelero y había estado trabajando en una célebre confitería bonaerense) se asoció con Demetrio Elíades y Luis Sbaraglini, en la ciudad de Mar del Plata.
Sisterna ya había vendido otros alfajores en sociedad con Sbaraglini. Por su parte, Elíades tenía una confitería llamada Havanna, de la que tomaron el nombre.
“Pensábamos que debíamos crear un sabor especial, diferente, único (…). El maestro pastelero mezclaba todo el día, y mis socios y yo, a partir de las 6 p. m., nos dedicábamos a probar los alfajores”, contaba Sisterna en una antigua entrevista.
Más de 70 años después, Havanna fabrica 100 millones de alfajores (de distintas referencias) al año. De su fábrica en Mar del Plata han salido, incluso, los ‘mini’, que vendían solo a los viajeros de aeropuertos.
En 1998, la empresa fue vendida a Exxcel Group. Después la adquirió el Grupo DyG, que ya en este siglo estableció el concepto de cafeterías de la marca. Los cafés Havanna pronto se volvieron cientos en Argentina y han llegado a otros países.