
Gabriela González la científica cordobesa, integrante del equipo cuyos representantes fueron distinguidos con el Nobel de Física este martes, destacó la importancia del trabajo en conjunto en los estudios de las ondas gravitacionales.
Sobre la investigación, la científica sintetizó: “El gran logro fue construir instrumentos tan sensibles para medir las ondas gravitacionales”.
“Estos instrumentos necesitan ser mejorados. Ahora tenemos telescópios en satélites, de la misma manera nuestros instrumentos pueden ser mejorados y mucho”, dijo.
Gabriela González indicó que el equipo de investigadores comenzó los estudios en los años 70 y ella se sumó en los 90.
Quién es Gabriela González
Es egresada de la Famaf, lideró el proyecto que da que hablar en el mundo entero.
Este jueves, sobre el escenario de Washington donde se anunció la confirmación de la existencia de las ondas gravitacionales, en el fluido inglés de décadas en Estados Unidos se colaba la tonadita cordobesa de Gabriela González, vocera del proyecto LIGO, física del Famaf, doctorada en la Universidad de Syracuse y más cordobesa que La Cañada.
Gabriela González – Gaby así la nombraron sus pares y así la conocen todos en Córdoba – pasó su infancia en barrio ATE y su juventud en Los Plátanos.
Largos días de verano en la casita del abuelo Luis en Agua de Oro, una intensa vida familiar y el estudio siempre presente, como placer y como realización.
Primaria en el Colegio Luterano Concordia, secundario en la escuela Sarmiento de San Vicente y luego la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la UNC.
«Cuando ella decidió seguir Física, yo pensé para mis adentros, pobre hija, va a ser profesora de secundario.
Yo pensé que iba a elegir la química, porque era brillante en esa materia.
Por supuesto que ella hizo lo que quiso y me alegro mucho de que así haya sido», cuenta Dora Trembisky, la madre de Gabriela, emocionada, siguiendo desde la web la confirmación de esas hipótesis que durante tantos años parecieron lejanas.
Gabriela González estuvo en la Universidad de Syracuse, Estados Unidos.
Luego se mudó a Boston, donde trabajó en el MIT, y más tarde accedió a la Universidad Estatal de Pensilvania.
Más tarde llegaría la mudanza la Universidad de Luisiana y la vinculación al proyecto LIGO, también relacionada en principio al péndulo: los espejos del enorme interferómetro que detectó las ondas gravitacionales son pendulares.