
Días atrás el mundo del deporte profesional recibía la noticia del debut del futbolista argentino Luka Romero. Se metió en la historia grande del fútbol español al convertirse en el jugador más joven en debutar en esa exigente liga. Fue el miércoles en la derrota de su equipo, Mallorca, ante el Real Madrid, que tiene un buen equipo, aunque lejos de aquellas formaciones de estrellas que supo tener.
Luka Romero nació en México, su padre es argentino, ingresó a falta de siete minutos para el final del partido que el Merengue ganó 2 a 0 en el estadio Alfredo Di Stéfano.
Luka, al momento de debutar lo hizo con 15 años y 219 días, lo que le permitió romper un récord que ya llevaba más de 80 años, hicieron saber medios del viejo continente. El español Francisco Bao, conocido como Sansón, debutó en Celta en 1939 cuando tenía 15 años y 255 días.
De todos modos, al joven Luka Romero le queda un largo camino por recorrer, haber debutado a corta edad, nada garantiza la aparición de un nuevo Messi, como acostumbran los grandes medios de comunicación ligados al deporte, denominar a quienes tienen condiciones y futuro de crack. Ojalá tenga toda la suerte y pueda conquistar muchísimas cosas en trayectoria personal y con la selección Argentina, recordemos que ya debutó en los seleccionados juveniles argentinos y que seguramente de tener un buen presente en su club, estará dentro de la consideración del cuerpo técnico del seleccionado mayor en el momento que lo crea conveniente.
En ligas del interior, del fútbol amateur, era muy común que jóvenes destacados en divisiones juveniles, llegaran pronto a la primera división de sus clubes, lo que de alguna forma se pensaba que eso iba a mantener la motivación y ganas para seguir cerca del deporte. De hecho estas estrellas tempranas acumulaban muchísimos partidos y tenían la posibilidad de vivir experiencias tempranas en competencias importantes para el lugar.
Aunque no siempre ocurría que esos jugadores permanecieran por mucho tiempo en primera división o ligados al deporte. Las obligaciones de estudio, o el mismo trabajo, insidian en esta cuestión de la continuidad; y en otros, el alejamiento se producía por la simplemente por desgaste o cansancio. Comenzar a edad temprana significó un futuro prometedor, pero nada más que eso, algo que en los niveles de elite del deporte de estos tiempos, tienen bien en cuenta.
Luka Romero y el humo de los medios
En los últimos 50 años, cualquier indicio de buen jugador, significó fantasear con el nuevo Pelé, después, la histeria de los medios, fue encontrar al nuevo Johan Cruyff; o al nuevo Franz Beckenbauer; o lo mismo ocurrió con Diego Armando Maradona en Argentina; sobre quién sería su sucesor, algo de lo que se habló muchísimo tiempo hasta la aparición Lionel Messi.
Debutar a temprana edad tampoco tuvo mucho que ver con futuro de gloria, tal es así que en los últimos 10 años muchísimos ‘nuevo Messi’ quedaron en el camino, jugadores que ni siquiera están jugando al fútbol, promesas que nunca llegaron a concretarse.
En la actualidad, el trabajo riguroso en divisiones infantiles, muestra que no todos logran adaptarse a las exigencias, porque justamente las prioridades para estos actores del fútbol –o como en cualquier otro deporte-van cambiando. Después puede discutirse si está bien o no para el desarrollo de los chicos, sobre lo que existen distintos puntos de vista y la biblioteca está bien dividida, hay quienes piensan que los chicos a edades tempranas tienen que jugar solamente para divertirse y quienes piensan lo contrario.