
Se celebra hoy el Día Nacional del Mate, fue establecido por el Congreso de la Nación mediante una Ley sancionada el 17 de diciembre de 2014 y promulgada de hecho el 20 de enero de 2015.
El mate, infusión profundamente arraigada en las costumbres y tradiciones de Argentina, festeja el próximo miércoles su día en conmemoración del nacimiento de Andrés Guacarí y Artigas, en 1778, un excomandante general de la provincia de Misiones que fomentó la producción y distribución de la yerba mate.
El Día Nacional del Mate fue establecido por el Congreso de la Nación mediante una Ley sancionada el 17 de diciembre de 2014 y promulgada de hecho el 20 de enero de 2015.
Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate, la infusión tiene propiedades antioxidantes y energizantes, por lo que tomarla también implica incorporar al cuerpo una serie de beneficios para la salud.
Esta combinación de factores sociales, culturales y saludables motivó la sanción de la ley y su publicación este año por lo que mañana será la primera vez que los argentinos conmemoren el Día nacional de su fiel compañero de jornada El Instituto destacó que en la Argentina «se consumen alrededor de 256 millones de kilos de yerba mate, lo que implica un consumo anual per cápita de unos 6,4 kilos.
La yerba mate está presente en más del 90% de los hogares».
La yerba mate (Ilex Paraguariensis) es un árbol nativo de la Selva Paranaense.
En estado silvestre, alcanza una altura de entre 12 y 16 metros y existen yerbales de hasta 100 años en algunas reducciones jesuíticas.
Para poder realizar la cosecha, las plantas son podadas a una altura de 3 metros.
La palabra “mate” deriva del Quechua “Mati”, que significa calabaza (Lagenaria vulgaris).La cosecha se realiza en forma manual.
Comienza en abril o mayo y se extiende hasta septiembre. Después de la cosecha, el árbol se regenera y produce más hojas (es perenne).
El hábito de matear es anterior a la colonización, ya que fueron los aborígenes guaraníes quienes introdujeron al “hombre blanco” en el consumo de la yerba mate.
Los guaraníes utilizaban las hojas de la planta de yerba mate como bebida, ya que eran objeto de culto y ritual. Incluso era moneda de cambio en sus trueques con otros pueblos prehispánicos como los incas, los charrúas y aún los araucanos que, a través de los pampas, recibían yerba elaborada de manos de los guaraníes.
Caá en lengua guaraní significa “yerba”, pero también significa planta y selva. Para el guaraní, el árbol de la yerba era el árbol por excelencia, un regalo de los dioses.
Tomar la savia de sus hojas era para ellos beber la selva misma.
El Instituto Nacional de la Yerba Mate destacó que en la Argentina «se consumen alrededor de 256 millones de kilos de yerba mate, lo que implica un consumo anual per cápita de unos 6,4 kilos. La yerba mate está presente en más del 90 por ciento de los hogares».