
El origen del actual sistema de áreas naturales protegidas nacionales se remonta a 1903, cuando el día 6 de noviembre, el Dr. Perito Francisco P. Moreno, destacado explorador, geógrafo y paleontólogo argentino, con amplia visión de futuro, por nota dirigida al entonces ministro de Agricultura, el Dr. Wenceslao Escalante, manifestó su deseo de donar al Estado Nacional una fracción de terreno de tres leguas cuadradas, con la expresa finalidad de “mantener su fisonomía natural y que las obras que se realicen solo sean aquellas que faciliten comodidades para la vida del visitante”, para solaz y esparcimiento de las presentes y futuras generaciones.
Esta donación surge de la cesión a su favor dispuesta por Ley N° 4.192 promulgada el 2 de agosto de 1903, que “acuerda como recompensa extraordinaria por servicios” de carácter gratuito prestados al país durante 22 años, entre 1874 y 1896, la propiedad de veinticinco leguas cuadradas de campos fiscales a ubicar en el Territorio del Neuquén o al Sur del Río Negro.
La donación de esta fracción de terreno, con la exclusiva condición de ser reservada como “Parque Nacional sin que en ella pueda hacerse concesión alguna a particulares”, fue aceptada por Decreto del poder Ejecutivo Nacional del 1 de febrero de 1904, durante la presidencia del General Julio A. Roca, constituyendo el núcleo básico original del actual Parque nacional Nahuel Huapi.
Posteriormente, durante el Gobierno del Presidente Hipólito Irigoyen, por decreto del 8 de abril de 1922, se dispuso ampliar hasta alcanzar la superficie de 785.000 hectáreas, la primitiva fracción dedicada por el Perito Francisco P. Moreno, creándose el Parque Nacional del Sud, denominado más tarde Parque Nacional Nahuel Huapi, encomendándose su vigilancia y atención, el Ing. Emilio Frey. Nuestro país fue el primero en Latinoamérica y el tercero en el mundo en crear un Parque Nacional : el primero fue los Estados Unidos de Norteamérica al fundar el famoso y conocido Yellowstone National Park en el año 1872 y Canadá el segundo, al concretar en el año 1885, el Parque Nacional Banff, en la provincia de Alberta.
Como justo reconocimiento de gratitud comunitaria por el mencionado acto de donación de tierras formalizado por el ilustre patriota Dr. Perito Francisco P .Moreno, impulsando la creación del actual sistema de áreas naturales protegidas de la República Argentina, el 6 de noviembre de cada año se conmemora el Día de los Parques Nacionales.
Fuente: Asociación Amigos de los Parques Nacionales.
Parques Nacionales de la Región
Parque Nacional Chaco
La Administración de Parques Nacionales trabaja en pos de preservar, ante el implacable avance de la deforestación, una muestra representativa del monte chaqueño húmedo -donde uno de los ejemplares arbóreos más importantes es el quebracho colorado chaqueñoy a algunas especies animales como el loro hablador, el mono carayá y el aguará guazú.
Información general del área
El Parque Nacional Chaco es un área protegida de 15.000 hectáreas que fue creado en el año 1954 con el fin de proteger una muestra del Chaco Oriental. Ubicado en la región Centro-Este de la Provincia de Chaco, en los departamentos de Sargento Cabral y Presidente de la Plaza y a 130 kilómetros de Resistencia. Dicha superficie, que se extiende sobre un terreno llano, tiene como únicos accidentes destacables el Río Negro y algunas zanjas y arroyuelos de cursos inestables que llegan a desaparecer con el tiempo seco. El parque protege montes de quebracho colorado. Estos bosques, se extendían por la mitad occidental del norte de Santa Fe y de la provincia del Chaco penetrando hasta el extremo noroeste del territorio correntino., además protege una importante muestra de los ambientes más característicos del Chaco Oriental en la que predominan, entre otros, el quebracho -blanco y colorado-, guayacán, urunday, algarrobo blanco, chañar y mistol. Entre las comunidades acuáticas características se encuentran los camalotales y embalsados -formados por un denso colchón flotante de materia vegetal-, pajonales, pirizales y totorales El quebracho es un árbol de madera robusta y rica en tanino, que –debido a estas cualidades- fue víctima de una descontrolada tala para su explotación. Durante casi un siglo “La Forestal”, compañía maderera que extendió sus dominios por gran parte de la región chaqueña, fue la principal causante de diezmar la especie, poniéndola en riesgo de desaparecer. Para la Administración de Parques Nacionales, conservar bosques que no sufrieron ningún tipo de aprovechamiento forestal y otros en espontánea recuperación, es una prioridad central.
El parque Nacional Chaco pertenece a la eco-región chaco húmedo, que es una zona con pendiente muy suave donde predominan ambientes deprimidos. Posee un clima subtropical cálido, con lluvias estivales entre 750 y 1.300 mm.
Paisajes. Flora y Fauna
Dentro del área protegida se distinguen los ambientes de montes, sabana con palma blanca, esteros y lagunas. El monte está formado por árboles de hasta 15 metros de altura, como el quebracho colorado chaqueño, el espina corona, el guayacán, el lapacho, el algarrobo, el guayaibí y el quebracho blanco. El estrato inferior del bosque está cubierto por chaguares (una especie de las bromeliáceas) que tienen fuertes espinas en el borde de sus hojas, haciendo casi impenetrable los montes del área. Sobre el río Negro se aprecian sectores muy densos de estas formaciones. Este ambiente brinda refugio a algunos depredadores grandes como el puma, el gato moro o yaguarundí y el eirá o hurón mayor, al chancho moro o pecarí de collar, al guazuncho -un pequeño venado que se alimenta de hojas, frutos y hongos-, al carayá o mono silbador, al aguará guazú, al curiyú y al cocoé o tataupá. Los mamíferos de mayor tamaño se desplazan asiduamente por el área protegida. Particularmente luego de las lluvias se pueden observar las huellas de estos animales por las diferentes sendas disponibles. En el parque vive la coralina punteada, una culebra chaqueña de llamativos colores, de la que casi nada se conoce debido a sus hábitos semi – subterráneos.
Las urracas paraguayas y moradas, el ipacaá, y el carpintero lomo blanco pueden observarse desde la zona del campamento, y – por la noche- se hacen presentes lechuzas, atajacaminos e inclusive el urutaú. Los pastizales que cubren el estrato inferior de esta formación son el hábitat para varios insectos, entre los que se destacan varias langostas y algún mamboretá, ambos de tonos verdes y pajizos. En las Lagunas Panza de Cabra, Yacaré y Carpincho vive una rica avifauna, conformada por biguáes, el burrito enano, la pollona negra, el gallito de agua, el chajá, y varias garzas como el hocó colorado.
Durante el verano, los ambientes acuáticos reúnen una variedad de ranas, entre las que se encuentran especies trepadoras que poseen en las yemas de sus dedos extensiones circulares a modo de ventosas. En las zonas anegadizas del borde del monte habita la tortuga acuática chaqueña. Pasa inadvertida mostrando sólo su cabeza sobre las enlodadas aguas. Los caraguatás o ananás silvestres suelen ser un buen refugio para la tortuga que se alimenta con pequeños vertebrados e insectos.
Parque Nacional Mburucuyá
El Parque Nacional Mburucuyá está ubicado en Mburucuyá, provincia de Corrientes. Posee una superficie de 17.086 hectáreas pertenecientes a la ecorregión de los Esteros del Iberá.
El Parque Nacional Mburucuyá es un área protegida de 17 660 ha situada en el departamento Mburucuyá, provincia de Corrientes, en el noreste de la Argentina. Por sus características naturales, se trata de un área representativa de los ambientes del noroeste correntino.
Su localización en la región de los esteros del Iberá hace que una de sus características principales sean los numerosos humedales. Entre las funciones principales de éstos, podemos citar la provisión de agua, la regulación de inundaciones y sequías, la remoción de tóxicos y la estabilización de microclimas.
Ya hace 5000 años, vivían en el lugar pueblos originarios de cazadores- recolectores, que aprove-chaban los recursos que ofrecía el ambiente.
En épocas más recientes, los guaraníes habitaron la región, organizándose en aldeas donde cultivaron y recolectaron recursos para su alimentación e intercambio con otras tribus. Entre los cultivos más populares, pueden citarse el maíz, la calabaza, el algodón, los porotos, la yerba mate y la mandioca. A partir de la usurpación del territorio por parte de los colonizadores españoles, la relación de armonía que mantenían los pueblos originarios con el entorno natural se vio sustancialmente modificada. La ganadería, la agricultura extensiva y la tala indiscriminada de árboles nativos se transformaron en materia corriente.
Las actuales construcciones que se aprecian en el parque nacional corresponden al s. XX de historia del lugar, y consisten principalmente en puestos para los peones que trabajaban en los establecimientos ganaderos del lugar, y cascos en donde habitaban propietarios y administradores. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el Dr. Troels M. Pedersen viajó a Argentina para hacerse cargo del campo que había comprado su padre Niel Peter Pedersen en los años 1920. Su interés por la flora del lugar y la posibilidad de realizar un pastoreo más racional, contribuyeron sustancialmente a revertir el deterioro del ambiente. Su acción concluyó con la donación de las tierras para la creación del parque nacional, con los objetivos de mantener el ambiente y llamar a la reflexión sobre la historia del lugar.
El 27 de junio de 2001 fue creado este Parque Nacional con 17.660 hectáreas de superficie, mediante la Ley 25 447, ubicado geográficamente en Mburucuyá, en el NO de la provincia de Corrientes; perteneciente a la ecorregión Esteros del Iberá.
Parque Nacional El Impenetrable
Se creó a partir de la Ley 26.996, sancionada el 22 de octubre de 2014 y promulgada el 31 del mismo mes. Sus aproximadamente 130.000 has no sólo tiene valor por el buen estado de conservación de su flora y fauna sino que, además, tiene el suficiente potencial como para convertirse en un importante atractivo turístico, dadas sus especiales características.
Ubicado en el norte de la provincia del Chaco, es el hábitat natural de especies emblemáticas de la zona como son el oso hormiguero, tapir, pecarí, tatú carreta y yaguareté, además de una enorme variedad de aves. Se trata de un área de gran relevancia para la conservación, que permitirá investigar y resguardar el mayor remanente natural del bosque chaqueño.
El Parque Nacional El Impenetrable se ubica en el norte de la provincia del Chaco y limita con la región del Impenetrable, que recibió dicho nombre por su monte cerrado y por la escasez de agua que impedía su exploración. Sus 128.000 hectáreas lo convierten en el parque nacional más grande del norte argentino, lo cual resulta de suma importancia para mantener poblaciones de grandes mamíferos como el yaguareté, el tapir, el pecarí y el oso hormiguero, entre otros. En el Parque Nacional El Impenetrable será posible realizar recorridos turísticos para conocer su naturaleza y asomarse a la cultura qom, wichí y criolla.
Además de sus riquísimos valores naturales y culturales, este nuevo Parque Nacional representa el proceso más participativo en la historia argentina de un área protegida, porque se ha convertido en realidad gracias al trabajo en conjunto de la sociedad civil, de organismos estatales, de empresas privadas y de individuos particulares. Este es un hecho que merece recordarse y multiplicarse para seguir cuidando ambientes que corren riesgo de desaparecer para siempre si no hay un grupo de personas unidas dispuestas a defenderlos.
La Importancia del Impenetrable
El Impenetrable es una zona con alto riesgo de sufrir un proceso de desertificación; por eso es fundamental preservar su bosque, ya que protege al frágil suelo de la erosión del agua y del viento, luego de haber sido intervenido con animales domésticos y de haber sufrido la extracción maderera.
El Impenetrable alberga fauna en peligro de extinción como el yaguareté, el oso hormiguero, el tapir, el chancho quimilero y el tatú carreta, que fueron declarados Monumento Natural Provincial en Chaco. También merecen destacar se otros animales que, siendo comunes en la estancia La Fidelidad como el aguará guazú, el pecarí labiado (o maján) y el ocelote, son raras o muy cazadas en la región chaqueña. Entre las aves se destacan algunas especies como el carpintero negro, el loro hablador, la lechuza bataraz chaqueña, el águila coronada, el matico y el bataraz estriado, que resultan cada vez más escasas en el bosque chaqueño. La protección de la estancia La Fidelidad permitiría generar una oportunidad para el repoblamiento natural del bosque chaqueño con estos mamíferos y aves emblemáticos del Impenetrable, sin más esfuerzo que el control y vigilancia del nuevo Parque Nacional. También existen aquí algunos endemismos (animales y plantas que solo se encuentran en esta región), como el pichiciego, el piche islero, el conejo de los palos, el chancho quimilero, la martineta chaqueña y hasta una especie arbórea como el palo santo.
A todo esto se le suma que los bosques del interfluvio (que se ubican entre los ríos Bermejo y Bermejito) son hoy una pieza clave para mantener la conectividad entre las selvas de yungas de Salta y Jujuy con los remanentes del bosque atlántico en Misiones, a través de las selvas en galería de los ríos Bermejo, Paraguay y Paraná.