Argentina es uno de los países de Latinoamérica con mejores propuestas gastronómicas y creatividad en el ambiente culinario. Las comidas de verano argentinas son famosas por su innovación, así como también por saber adaptar recetas internacionales y darles un toque regional único y especial.
Si bien no existen tantos platos exclusivos de la categoría de comidas de verano argentinas, hay recetas muy simples de elaborar, de digestión rápida y liviana, y con una oferta muy variada de nutrientes y proteínas para incorporar al organismo.
Esta estación del año que alcanza promedios de hasta unos 40º (un clima húmedo, agobiante y de mucho sol) influye en todos los hábitos de vida de las personas. La forma de vestir, la rutina diaria y las mejores comidas para el verano, son algunos de ellos.
Las olas de calor impactan negativamente en la digestión de las personas, y es por eso que la rutina de alimentación debe cambiar y basarse en alternativas más frescas y porciones más pequeñas.
Cuando se piensa, entonces, en comidas de verano argentinas, lo ideal es planear recetas livianas, con ingredientes frescos y un alto contenido y aporte de agua y fibras. Algunos platos muy calóricos o que se sirven calientes, quedan descartados para disfrutar en el invierno.
Los médicos, deportistas y nutricionistas aseguran que el verano es una oportunidad para elegir comidas frescas y livianas, de menor porcentaje calórico. Muchas personas eligen este momento del año para iniciar una nueva dieta y lograr un descenso de peso. Combinado con una adecuada rutina de actividad física, los resultados pueden ser muy notorios y saludables.
Los panqueques salados sin harinas blancas son una alternativa muy simple de realizar, al igual que los omelettes. Se los puede combinar con distintas verduras, huevo y trozos de jamón. De esta forma se incorporan proteínas y varios nutrientes, en un plato fresco, rápido, simple y de sencilla digestión.
La típica ensalada de frutas (típicas de Argentina de acuerdo a la región donde cada persona se encuentre), es un clásico que nunca debería pasar de moda. Se la puede combinar con distintas semillas, y rociar con jugo de limón para evitar que los trozos cortados se oxiden. Es necesario recordar que no se puede transportar o cortar la cadena de frío, ya que las frutas rápidamente pierden su estado natural y pueden caer mal.
Los dulces caseros como la mermelada de calafate (fruta típica de la zona patagónica, especialmente de la provincia de Santa Cruz), encuentran su versión veraniega en presentaciones de postres helados o bizcochos saborizados.
Las ensaladas son las reinas de las comidas para el verano. Pero no solo sus variedades de verduras y vegetales son las ideales, sino que se pueden probar muchas bases de ingredientes como fideos mostacholes, fideos de arroz (los que son muy finitos) o arroz integral.
Sobre esa base, se puede agregar verduras cortadas y salteadas con salsa de soja para lograr un delicioso “chop suey” de estilo oriental. Zapallitos, cubos de tomate, zanahoria rallada y trozos de queso son una combinación perfecta.
Los sándwichs o bagels son una alternativa ideal dentro de las mejores comidas para el verano. Se puede escoger entre diferentes clases de panes, integral, con salvado, semillas de chía o saborizados con verduras.
Luego, untar con queso descremado, y elegir el relleno: rodajas de salmón ahumado, puré de palta, jugo de limón y tomate picado en trozos muy pequeños, es una opción muy vista en bares y restaurantes servidas en verano.
El tereré: un acompañamiento para las comidas de verano argentinas de la mañana o la tarde.
La bebida argentina por excelencia es el mate, pero cuando las temperaturas superan los 35º y la sensación térmica se convierte en irresistible, este trago de yerba caliente puede no ser la mejor opción para muchas personas.
En tal sentido, existe una forma de transformar el mate tradicional en una versión más fresca. Es un tanto controversial para los fanáticos del mate clásico, pero sin embargo muchas personas aman el verano porque llega la temporada para compartirlo.
Con origen paraguayo, el tereré es una infusión amada por los argentinos. Consiste, básicamente, en sustituir el agua caliente que se sirve para cebar mate, por jugos bien fríos de distintas frutas: limón, pomelo, naranja o maracuyá (entre otros).
Sobre la base del mate y debajo de la yerba se deben colocar dos cubos de hielo que mantengan el recipiente bien frío.
¿Pastelitos en verano?
Los pastelitos son un buñuelo frito relleno con dulce de membrillo, o de batata. Sin dudas uno de los bocados más tradicionales de Argentina. Se sirven en la época del 25 de Mayo, para celebrar las costumbres y las comidas típicas de la época colonial.
La pregunta es: ¿Pastelitos en verano? La respuesta es muy subjetiva. Lo que se recomienda, es dejarlos enfriar un buen rato, y acompañarlos con una bebida fresca y liviana. Además, reducir la porción y consumir menos cantidad de unidades para una digestión más tranquila frente a las olas de calor.
Las recetas típicas argentinas son más comunes en el invierno (locro, asado, empanadas salteñas, etc.), sin embargo, todas pueden adquirir sus adaptaciones para transformarse en las mejores comidas de verano argentinas.