Carlos Reutemann nació en Santa Fe el 12 de Abril de 1942, y debutó en el automovilismo en 1965, en una carrera de Turismo Mejorado en su país. Campeón de Turismo Nacional en Argentina durante varias temporadas, a fines de los ’60 incursionó en otras categorías con gran éxito, lo que le permitió viajar en Europa en 1970, con éxito inmediato: fue subcampeón del Europeo de Fórmula 2 en 1971, y Brabham lo contrató para debutar en Fórmula 1 en 1972.
El argentino sorprendió a todos al conseguir la pole position en su primera carrera, en el Gran Premio de Argentina. En apenas tres años, Reutemann había saltado de las pistas sudamericanas a la primera posición de largada en la F-1. Esta rápida adaptación al más alto nivel contrastaba con el hecho de haber debutado en el automovilismo recién a los 23 años, y haber llegado a la Fórmula 1 a los 30 años, cuando muchos pilotos ya tienen la mayor parte de su carrera en el pasado, mientras que “Lole” recién iniciaba la suya.
Tras buenos resultados parciales en 1972 y 1973, en 1974 ganó en Sudáfrica, Austria y Estados Unidos, sumando otra victoria en 1975 en Alemania. Ese año tuvo una serie de podios que le permitieron llegar en el tercer lugar final del campeonato, tras Niki Lauda y Emerson Fittipaldi.
En 1976 la cosa cambió. El nuevo Brabham con motor Alfa Romeo no tenía buen rendimiento y Reutemann no estaba contento en el equipo. El terrible accidente de Niki Lauda en Alemania le abrió la puerta a Ferrari, donde terminó la temporada en un tercer auto y reemplazó a Clay Regazzoni a partir de 1977, año en que ganó en Brasil y llegó cuarto en el campeonato.
Tras ganar el Mundial ’77 Lauda se fue a Brabham, por lo que Reutemann quedó de primer piloto, acompañado de un joven canadiense llamado Gilles Villeneuve. Pese a ser tercero y ganar en Brasil, Gran Bretaña y las dos carreras en suelo americano (Long Beach y Watkins Glen), Reutemann ya no estaba en buenos términos con Ferrari y se fue a Lotus, equipo que había dominado la temporada ’78 y que había perdido al sueco Ronnie Peterson tras su muerte en Italia.
Lotus fue otra decepción. Tras dominar holgadamente el año anterior, apenas le alcanzó al argentino para sumar cuatro podios, con un rendimiento que iba en franco descenso a medida que avanzaba la temporada. Frustrado, aceptó irse a Williams en 1980 para apoyar a Alan Jones, quien logró ganar el primer campeonato para la casa inglesa. Reutemann fue tercero otra vez, con una buena victoria en Mónaco.
En 1981, Reutemann pensó que lucharía de igual a igual el campeonato con Jones, pero las cosas no salieron bien. El equipo le ordenó ceder la victoria en Brasil al australiano, pero Reutemann se negó y ganó nomás. En la celebración no estuvo Jones, ni tampoco ningún mecánico de Williams; a partir de ahí se vivió un ambiente enrarecido durante todo el año. El argentino ganó en Bélgica y sacó una ventaja importante al frente del torneo, pero fue lentamente perdiéndola (entre rumores de que el equipo intentaba perjudicarlo secretamente) hasta que llegó a la última carrera del año, en Las Vegas, con un punto de ventaja sobre el Brabham de Nelson Piquet. Jones, a esta altura, ya no tenía chances de ganar el campeonato.
Reutemann y Jones rompieron motor en qualy. Había uno nuevo y uno usado; “Lole” pidió el nuevo pero Frank Williams se lo dio a Jones. Piquet fue quinto y el argentino octavo, con lo que el brasileño se quedó con el título por un solo punto sobre su rival. Jones ganó la carrera y anunció su retiro.
Reutemann siguió en Williams, tras una conversación franca con Frank Williams y Patrick Head. Fue segundo en Sudáfrica, en la primera carrera del torneo, pero tras abandonar en Long Beach Reutemann sorpresivamente anunció su propio retiro. No quiso decir por qué, pero aparentemente nunca pudo recuperar la confianza en el equipo, ya tenía casi 40 años y su motor aspirado Cosworth parecía muy inferior a los turbo de Ferrari y Renault, por lo que no podría luchar por el título. Irónicamente, el campeón ’82 fue Keijo Rosberg, contratado a última hora para reemplazar a Alan Jones tras su retiro, y promovido a piloto número uno tras el retiro de Reutemann.
Luego del retiro, Reutemann ha tenido una vida interesante. Fue dos veces tercero en el Rally de Argentina, válido para el Campeonato Mundial. Fue Gobernador de Santa Fe en dos períodos, y lleva tres períodos como Senador en el Congreso Argentino. Alguna vez sonó como posible candidato a la presidencia de su país. Carlos “Lole” Reutemann debió ser campeón mundial de Fórmula 1, pero su carrera ha tenido éxito también en las pistas de la política.