Un presente brillante es el que está viviendo la gimnasta oriunda de Puerto Rico, Candela Moyano, quien desde julio del último año se encuentra entrenando en el Club Atlético River Plate y desde diciembre integra oficialmente el equipo.
Además, forma parte de la categoría elite de la selección argentina de gimnasia rítmica, un logro soñado y que le abre las posibilidades de competir en los torneos internacionales más importantes. Ya tiene asegurada su participación en la Copa Internacional que se desarrollará en Canadá, hacia donde viajarán el próximo 23 de abril.
Aprovechando el receso de la Semana Santa, Candela visitó su hogar en Puerto Rico, donde quedaron su hermana Fernanda (18 años), mamá Natalia Sclepek y papá Ariel Moyano, además de su amiga, Virginia Schmied. Y como si fuera poco, se hizo un tiempo para visitar PRIMERA EDICIÓN y compartir este momento tan anhelado por muchos deportistas.
“La verdad que me adapté bastante rápido al lugar, a la entrenadora y a mis compañeras. Cuando me mudé dejé de ir al colegio (su mamá la acompañó) y empecé a cursar a distancia, así podía entrenar en doble turno, pero sí o sí debía seguir estudiando”, comenzó explicando.
Candela dijo que un día normal para ella contempla “entrenamiento de 9 a 12.30, con un receso para comer y allí nuevamente desde las 14 hasta las 17.30. Los entrenamientos son todos en el club. Tenemos dietas para que comamos lo que realmente debemos como deportistas y nos controlan permanentemente el estado de salud, el peso, que son fundamentales para poder exigirnos”.
De elite – Becada por Seewald en la última edición de la Fiesta del Deporte Misionero de PRIMERA EDICIÓN, Candela apuntó que “el año pasado formé parte de la selección y todos los años hay que renovar ese ingreso. Ahora ya lo hice y aprobé, estoy en elite. En la selección es otra exigencia, otras gimnastas y estar en elite te abre muchísimas puertas porque podés ir a torneos internacionales y competir con otras chicas que no son del país y eso es buenísimo”.
Candela no dudó en agradecer a Seewald por el apoyo recibido en este camino de realizar todos sus sueños deportivos.
Por otro lado, también forma parte del campus para los Juegos de la Juventud 2018 (en Buenos Aires desde el 6 de octubre). “Desde 2014 se fueron haciendo convocatorias de entrenamiento con chicas de todo el país y fueron quedando 40, 30, 20 y en el último campus quedamos cinco”, contó.
Afirma que no tiene una referente en su actividad pero que le gusta la gimnasta ucraniana Ganna Sergiivna Rizatdinova Usandinova, “no busco ser como ella pero es una ídola”.
“Sufro, pero veo que está feliz”
“Para mí es un orgullo verla así, no es fácil porque tiene recién 14 años y se tuvo que ir a vivir a Buenos Aires. Está cumpliendo su sueño, la vemos feliz y nos parece más que bien”, dijo emocionada Natalia Sclepek, la mamá de Candela Moyano.
Luego siguió relatando que “por más que sea la que más sufra yo soy la que más fuerzas hago para que cumpla su sueño, buscamos acompañarla cuando se puede, para que pueda entrenar más profesionalmente. Ella dejó todo, sus amigos, la escuela para hacer esto, pero la veo feliz, creo que vale la pena”.
También mamá Natalia recordó que “al principio me fui a vivir con ella a Buenos Aires para ver si se adaptaba, si le gustaba. Le ayudé con la escuela, dividimos la familia, porque mi marido se tuvo que quedar con mi otra hija. Este año yo tenía que volver a trabajar y ahora se queda a vivir con otra familia, además están sus abuelos y tíos”.
Nombres que la fueron forjando
“Cuando tenía cinco años empecé gimnasia rítmica, porque mi hermana Fernanda era la que ya practicaba. A los cho años comencé a competir individualmente y coincidió en que me convocaron en ese momento para el campus 2018. Con eso y los viajes empecé a mejorar.