Aurora Canessa es un nombre que no os sonará. No es famosa, pero esta mujer de 75 años ha cumplido un sueño que a muchos les encantaría llevar a cabo: ha estado navegando por el planeta durante 10 años.
Acaba de regresar a su Argentina natal en plena crisis sanitaria por el coronavirus y ha ido directamente a continuar la cuarentena, un aislamiento que no le es nuevo, ya que lleva muchos meses (10 años) viajando sola en su velero ‘Shippng’ alrededor del mundo. «Me vine con un bolsito, un poco de ropa y los víveres, el resto de mi vida quedó en el barco», cuenta. Aunque, en su caso, la cuarentena será más breve que la del resto de la población «porque la Prefectura me computó los días de aislamiento que transcurrieron en el océano», explica. Está durmiendo en la casa de una amiga (vendió su casa cuando inicio su aventura) «en una cama que no se mueve», reconoce entre sonrisas.
Aurora Canessa no es una mujer convencional. Comenzó a navegar a vela después de divorciarse, a los 40 años, y ha sido, además, piloto de motos, paracaidista, ha competido en regatas y, tras la muerte de su madre, a los 65 años decidió iniciar una aventura, ella sola, por los océanos del planeta.
Primera mujer argentina en cruzar el Atlántico
Según nos cuenta El Litoral, hace diez años, Canessa reunió a los 70 empleados de su empresa y les anunció su decisión: «Me voy a cumplir mi sueño, voy a cruzar el Atlántico a vela en solitario, que es algo muy peligroso, y es posible que no vuelva. Sabéis que no tengo hijos ni herederos, así que si me pasa algo, esta empresa quedará en vuestras manos», y así lo puso en su testamento. El 17 de abril de 2010 partía en su barco.
En estos diez años, ha recorrido gran parte de los mares del mundo y logró ser la primera mujer argentina en cruzar el Atlántico en solitario en 2011. Canessa tiene un espíritu que le impide quedarse quieta y ya piensa en escribir un libro, para luego volver a Europa, comprar una autocaravana con la que recorrer los Alpes, y posteriormente alquilar una barca para navegar con amigos por los canales franceses. También quiere tener una escuela de navegación a vela para mujeres.